Grande la mente de aquel, que no depara en dos realidades, la que corre dentro de su cabeza, y la que se escapa por sus labios, aquella escondida, difiere de la realidad, y la que se siente libre, pertenece a lo real? Es difícil explicar para donde corre el agua si vemos un lago planchado, así siente su cabeza, planchado sin saber hacia dónde correr, stop, detente un instante, piensa o siente, siente o piensa, haz de tu cabeza algo capicúa, así podrás correr para ambos lados, expresate con claridad, siente con claridad, pero no dejes de lado la oscuridad, porque está en la oscuridad que podrás ver la luz, sino no distingues que es luz y que es oscuro, deja que tu cabeza repose, deja que tu cabeza sienta, por un momento cede a que ambas partes tomen el mismo curso, pero no dejes que tu cabeza se acostumbre, es bueno tener un misterio, pero no ser misterioso, es bueno ser expresivo, pero no en grandes cantidades, hay que buscar un equilibrio, en nuestro cuerpo debe existir una balanza, donde lo que digas no pese más de lo que sientas y viceversa, sino no podría ser capicúa, pero mientras lo mantengas viceversa, serás abierto con todo el mundo, pero reservado a la vez, no demasiado introvertido, pero tampoco un exaltado sin piedad del uso de lo extrovertido, serás alguien con equilibrio, alguien balanceado, una gran mente digna de ser explorada por aquellos que no acostumbran a ser interrogadores, sino simples conversadores en busca de un dialogo franco.