- un monólogo de quien habita mi ser - una conversación con mi otro yo - reflexión - libertad de expresión - sentido o insensatez - verborragia - simples - furiosas y en paz - entretenimiento - deambulantes -

jueves, 18 de noviembre de 2010

Manto

Paisaje fugaz, pero meritorio, de un aluvión de emociones, reencuentros y conocimientos compartidos, planes futuros, nacionalidades encontradas, un solo universo alberga estas almas, ubicadas en un mismo momento bajo el exacto mismo cielo, compartiendo esos colores en continua transformación, nuestra mirada se encamina hacia un manto sin igual, un manto al que toda persona añora en las grandes concentraciones humanas, un manto oscuro y plagado de luces brillantes, significado de vida más allá de nuestro entendimiento, bajo ese manto nos encontramos, estamos en las puertas del cielo, cielo tal cual lo conocemos en nuestro idioma, aquello que está por encima nuestro, aquello sin límite, aquello poco explorado, aquello tan lejano pero a la vez tan cercano, cielo es aquello que se posa sobre nuestras cabezas y nos hace sentir, una pieza insignificante en un sistema tan complejo, un sistema que va más allá de la razón, un rompecabezas dentro de cientos otros de miles de piezas, bajo ese manto nos acobijamos por un instante, felices de estar unidos, y nos concienciamos de que verdaderamente somos una pieza única, formamos parte del rompecabezas, estamos acá para encajar en el todo, y muchas veces podremos estar perdidos, pero no importa cuánto nos demoremos, terminaremos siendo parte de un todo armónico, porque está en la unión de cada pieza donde hacemos de este manto un paisaje perfecto.

viernes, 5 de noviembre de 2010

La vida y sus agujetas

Un cambio abrupto, un extremo pasa a ser solo un recuerdo, el otro toma la posta y se hace presente con firmeza, añoranzas y aprendizajes se funden para recrear momentos únicos, personajes fuera de serie, amoldados a mano y esculpidos por la propia naturaleza, paisajes intermitentes, destellos de paz, alteraciones urbanas, simples sonrisas, un mirar hacia el cielo entonando lo que una vez fue, la frente tira hacia delante, las adversidades de un futuro incierto, los moldes van cubriendo la persona, para que el agua se torne calmo nuevamente, del oleaje solo quedan los zumbidos de su danza, imponentes, majestuosos picos se alzan en el horizonte, espolvoreados con azúcar impalpable, azúcar que promete convertirse en crema con el correr de los días, el termómetro siente timidez, actúa sin demasiados sobresaltos, el entorno cambiante sacude la estabilidad lograda, un poco de adrenalina fluye por las venas, es el cambio constante que lo mantiene despierto, una mochila en la espalda, pero a la vez a nada se aferra demasiado, un salpicón de aquello, y un poquito de esto, enriquecedoras experiencias van tomando formas, se van tallando en la memoria, lo pasajero, lo veloz, lo solitario, la compañía, el encanto, la simple marca de las agujetas del reloj, un reloj que por momentos corre de prisa y por momentos queda sin energía, una arena se desliza, de un bulbo a otro, la prisa o lentitud está en quién lo mira, y lo importante que ese reloj es su vida, cuánto más mire al objeto más lento pareciese que pase el tiempo, por ende más vida tiene, pero lo cierto es que, cuanto más mire al reloj menos estará viviendo, decide al fin no mirar las agujetas, sino ese espacio completarlo con un recorrido, entre sustancias y situaciones, placeres y desengaños, es así que su vida será infinita, o hasta que la arena lo decida, pero siempre con un tic-tac marcado por la felicidad encontrada, por el simple hecho de recorrer sin preocupaciones, y tallar a su medida lo que la vida le depara.

martes, 2 de noviembre de 2010

Un Cero de Hierro

Hoy me siento, cansado o descansado, depende con qué sentido lo mire, cansado de las adversidades de este mundo, cansado de que para unos sí, pero para otros no, las contradicciones, descansado de hacer poco, pero cansado a la vez de no hacer nada, descansado o cansado no importa, estoy acá viviendo, estoy acá, lugar donde muchos quieren estar, estoy acá, donde muchos estuvieron, y estoy, cada vez me doy cuenta más, rodando por diversos paisajes, pero en cada paisaje me detengo por un instante, en esos instantes me siento un eslabón magnetizado, un eslabón con aspiraciones, un eslabón que quiere ser cadena, un cero de hierro que lucha por tener más eslabones, eslabones que se van sumando, conectadas unas con otras, aún así no están conectadas entre todas, pero los ojos observan desde afuera, que linda cadena observan, porque no se concentran en cada eslabón en particular, vean sus conexiones, disfruten de esta cadena, disfruten cada eslabón, porque solo dura un instante, la fuerza comienza a desvanecerse con el tiempo, cada eslabón comienza a separarse, y lo que era una cadena larga se reduce a un simple eslabón magnetizado, que comienza a rodar nuevamente, otro paisaje encontrará y eslabones nuevos juntará, pero disfruten de cada cadena, no habrá otra similar, son cadenas únicas que salpican de aceite cada paisaje donde aquel simple eslabón se decide a reposar.